Pedro Ayerbe, pionero de la investigación cardiológica en euskera
Por si todo ello fuera poco, Pedro “Katillu” es uno de esos esforzados militantes de cuanto en las últimas cuatro décadas se ha venido a llamar “normalización social” del euskera. Aunque, todo hay que decirlo, son muy pocos los eibarreses conocedores de sus méritos en este campo.
No recuerdo que de chaval llegara a hablar nunca en euskera con Pedro. En primer lugar, porque en aquellos cuasi clandestinos años de la postguerra la práctica totalidad de los jóvenes de mi entorno no sólo hablábamos entre nosotros en castellano, sino que el oscurantismo era tal que ni siquiera llegábamos a saber quién de nosotros sabía o no euskera. En los años cuarenta, cincuenta y primera parte de los sesenta, el uso del euskera estuvo postergado al reducto familiar y apenas no atrevimos a hablarlo en la calle hasta “hacernos hombres”, ya bien cumplidos los veinte años de edad.
En el caso de Pedro, como luego hemos sabido, se daba además la circunstancia de que su conocimiento era muy escaso, habida cuenta de que, como en otras muchas familias eibarresas, el temor y los malos entendidos truncaron la secular transmisión familiar que hubiera sido de desear. Eran tiempos en los que se entendía que el euskera, además de no servir para mucho, no podía generar más que problemas con el orden establecido.
Pedro Luis Ayerbe Zabaleta (pedroluis.ayerbe@euskalnet.net) tenía 19 años cuando empezó a aprender euskera, siendo estudiante en la Facultad de Medicina de Zaragoza. Se inició con una gramática tan árida como la de Andoni Urrestarazu “Umandi”, y siguió más tarde con el método de Patxi Altuna, Euskera, hire laguna.
Es evidente que avanzó a pasos de gigante, no en vano terminó en la Universidad del País Vasco presentando su tesis doctoral Elektrokardiografiazko esfortzu-probaren eta 201 Tlarekiko esfortzuko miokardio-grammagrafiaren bidez sintomarik gabe eta sintoma atipikoekin aurkitzen diren pertsonen koronari arterietako eritasunaren diagnostikorako hurbilpena, como aproximación al diagnóstico de la enfermedad coronaria en sujetos asintomáticos o con síntomas atípicos por medio de tests ergométricos. Se trata de la primera tesis doctoral sobre cardiología presentada exclusivamente en euskera en la Facultad de Medicina de Leioa. Asimismo, Pedro fue el primer profesor en impartir la asignatura de Electrocardiografía en euskera e, igualmente, el primero en dirigir en euskera las prácticas de cardiología en el Hospital de Basurto.
Pedro acaba de retirarse. Da por terminada su dedicación profesional tras, entre otras responsabilidades, diez años como médico de la Fundación Vizcaya Pro-cardíacos; treinta como médico adjunto del Servicio de Cardiología del Hospital Civil de Basurto y otros veinte como profesor titular de la Escuela Universitaria de Enfermería de la UPV en Leioa, en las asignaturas de Bioquímica, Biofísica y Fisiología. Además, participó en varios planes epidemiológicos sobre cardiopatías y enfermedades cardiovasculares en Euskadi, y mereció el premio Pfizer de la Sociedad Española de Cardiología por su trabajo Relación de los factores de riesgo con la prevalencia y evolución de los infartos de miocardio: sintomáticos y silentes. En su haber quedan cientos de aportaciones, artículos, informes y abstracts publicados en revistas médicas, tanto en euskera como en castellano, realizados en casi cuarenta años de ininterrumpiada actividad médica y docente.
Desde la atalaya del euskera, probablemente su mayor aportación profesional sea Elektrokardiografiako Atlasa/Atlas de Electrocardiografía, extraordinario trabajo colectivo de 32 cardiólogos vascos, realizado en euskera y castellano bajo la dirección y coordinación del propio Pedro, en colaboración con el centro UZEI. Este atlas, dirigido a médicos internistas, de urgencia y de familia, puede ser consultado tanto en las publicaciones preferentes de Osakidetza como en la biblioteca municipal de Portalea. Con todo, desde la perspectiva del profano, su investigación socialmente más significativa es el trabajo titulado Miokardiopatia hipertrofikoaz, donde estudia la cardiopatía congénita que más frecuentemente provoca la muerte súbita e inesperada. O, dicho de otra forma, la miocardiopatia hipertrófica es la causante de un tercio de las muertes repentinas que se producen entre los jóvenes deportistas de élite y que, con alguna frecuencia, ocupan los espacios de noticias.
EIBAR aldizkaria, 110. alea. 2012ko Gaztañerretan.