Nor dira Azañaren oinordekoak?
José Ignacio Lacasta-Zabalza zuzenbide–irakasleak Azaña y Ortega. Dos ideas contrapuestas sobre España y su Estado artikulua idatzia du (Hermes. 2004ko azaroan) egunotan aukera-maukeran datorrena. Aipatu bien ideiok alderatzeko, lehenaren Defensa de la autonomía de Cataluña hitzaldia eta bigarrenaren España invertebrada saiakera kontrajartzen ditu.
Irakasle iruindarrak esan bezala, Ortegaren iritziz espainiar historia eta kultura ez dira hainbat herri eta menderen aniztasunaren fruitu, juduen eta musulmanen kontrako eraso nazional-katolikoaren batasuna baizik. Ortegaren esamoldeetan: “España es una cosa hecha por Castilla, y hay razones para ir sospechando que, en general, sólo cabezas castellanas tienen órganos adecuados para percibir el gran problema de la España integral”.
Azañaren ustez, aldiz, espainiar estatuaren etorkizuna herrien borondatea askean oinarritzen da. Irtenbidea, inondik etortzekotan, Errepublikaren ildotik etorriko da, Errepublikak erakarriko baitu Estatu berria: “Estado nuevo dentro del cual podamos vivir todos”, eta Estatu berri hau “ha de salir de la voluntad popular y ha de ser garantía de la libertad”.
Alegia: “Yo concibo, pues, a España con una Cataluña gobernada por las instituciones que quiera darse mediante la manifestación libre de su propia voluntad…” Baina “… si algún día dominara en Cataluña otra voluntad y resolviera ella remar sola en su navío, sería justo el permitirlo y nuestro deber consistiría en dejaros en paz, con el menor perjuicio posible para unos y otros, y desearos buena suerte, hasta que cicatrizada la herida pudiésemos establecer al menos relaciones de buenos vecinos” (Manuel Azaña. Defensa de la autonomía de Cataluña. Bartzelona, 1930.03.27).
Laurogei urte geroago begi-bistakoa da nor diren Espainian ortegazaleak. Ezin esan, ordea, nor ote diren Azañaren oinordekoak. Non dira beste hainbat gauzatarako Azaña liberal eta errepublikanoa hitzetik hortzera aipatu izaten dutenak?
Desengáñense sus señorías: el tan manido “problema catalán”, que debía conllevarse perpetuamente, según Ortega y Gasset, o intentar resolverse, sea difícil o fácil, como afirmaba Azaña, no es sino manifestación del “problema español”. De la aceptación de lo que España ha sido y es, y no de lo que a algunos –constituyan o no la mayoría, porque ésta no es una cuestión de mayorías- les gustaría que hubiera sido y fuera ahora. O España se acepta como realmente es, o España no tiene futuro. O se conoce bien la historia no de España, sino de las Españas, o nunca resolveremos el problema. Una historia que ignora demasiada gente, que por lo visto ignoran los propios miembros del TC.¿Cómo se puede sostener que el autogobierno o la autonomía catalana emanan de la Constitución? ¿Cómo puede ignorarse que antes de la Constitución se restituyó la institución de la Generalitat presidida en el exilio por Josep Tarradellas?
Tras su entrada en vigor en agosto del 2006, el Tribunal Constitucional acaba de dictar su sentencia al recurso planteado por el Partido Popular. El tránsito desde la voluntad inicial del Parlament hasta el acuerdo final en las Cortes fue complejo y requirió acuerdos y compromisos que nadie puede olvidar. Seguimos al pie de la letra los cauces que señalaba la Constitución. Todavía resuena alguno de los argumentos para rechazar la propuesta de reforma del Estatuto vasco, conocido como “Plan Ibarretxe”: “Utilicen Vdes. la vía catalana”. Pues bien, ni la vasca ni la catalana. Aquí la única vía que hoy tiene salida es la vía española de aquellos que no quieren entender que desde las constituyentes si ha sido posible la transición y la consolidación de la democracia y de España como potencia es también gracias al diálogo, pacto y contribución de Catalunya.