Apenas queda ya trigo en Eibar
Es evidente que los valores cambian. Asistimos a una generación incapaz de comerse un yogurt caducado un par de horas antes, pero dispuesta a comprar gusanitos a los críos con tal de que se callen. Toda una población se puede soliviantar por la instalación de una planta energética de última generación que contamina menos que las hogueras de San Juan, pero nadie reacciona por el derribo de un edificio catalogado por su valor histórico y artístico. ¡Total, para lo que sirve!
El arquitecto Iñaki Uriarte ha calificado de hecatombe el derribo de Alfa. Según este arquitecto bilbaíno es incompresible cómo no hubo una sublevación social ante lo que significaba la pérdida de un símbolo como Alfa, tanto más tratándose de una empresa que ha sido el sustento de muchas personas, en un edificio correctísimo que está clasificado entre los 21 mejores edificios del Docomomo ibérico. Efectivamente, Alfa era una de las joyas del patrimonio industrial vasco. Era el buque insignia, era... era...
Y no es porque nadie lo supiera. En marzo de 2002, cerca de treinta arquitectos de la organización Docomomo Ibérico (Documentación y Conservación del Movimiento Moderno) vinieron a Eibar para conocer in situ el sistema urbano eibarrés en el que conviven fábricas, viviendas, calles y plazas. Tal como dijeron entonces, en Eibar y su entorno hay arquitectura industrial de calidad, que debe mucho y aporta mucho a la arquitectura del Movimiento Moderno.
Tras la visita, el grupo de arquitectos especializados acordó incorporar al Registro de Estructuras Industriales de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra reconocidos edificios eibarreses como El Casco, Aurrera, Beistegui Hermanos, Leonardo Azpiri y Alfa. En total fueron 25 los edificios catalogados en Alava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra, y de ellos los cinco localizados en Eibar e incluidos concretamente en la corriente “Continuidad del Racionalismo de anteguerra, 1937-1950”.
Las joyas de la arquitectura industrial
La empresa El Casco nació en 1920, en la calle Ardanza, como fabricante de revólveres de gran calidad, pero diez años más tarde se inició en la producción de artículos de papelería y el conjunto arquitectónico --constituido por la fábrica y el edificio de viviendas de estilo neo-herreriano-- se construyó, en su actual ubicación, entre 1945 y 1947.
Beistegui Hermanos surgió en 1913, también como fabricante de armas, concretamente de pistolas tipo Mauser, si bien hacia 1929 pasó a la producción de bicicletas y, a partir de 1955, también de motocicletas. El edificio catalogado, ubicado en el Paseo de Urkizu, se construyó en 1938, y fue la sede central de BH hasta su traslado a Gasteiz-Vitoria en 1959.
Ocho años antes de su marcha a Vitoria, en 1951, la propia empresa Beistegui Hermanos amplió sus instalaciones construyendo en el mismo Paseo de Urkizu, entre Arragueta y Bidebarrieta, un nuevo edificio que en 1963 lo adquirió Leonardo Azpiri para dedicarlo, en su mayor parte, a la actividad de fontanería.
La fundición Aurrera comenzó a construirse en 1940. La propia fundición tuvo siempre la entrada por la antigua calle de Fundidores, actual Urtzaile kalea, si bien el edificio de oficinas --y sigue teniendo-- acceso por la esquina de Bidebarrieta.
Finalmente, Alfa, considerada como el buque insignia de la industria eibarresa, nació en Vista Alegre, en 1920, como Sociedad Anónima Cooperativa de Producción de Armas de Fuego, si bien cinco años más tarde fabricaba ya las primeras máquinas de coser, en el Paseo de San Andrés. En 1940 se reconvirtió en Máquinas de Coser Alfa, S.A. y en 1957 inauguró su emblemática fachada modernista, con espacios diáfanos, escaleras palaciegas y amplísimo salón multiuso. En 2004 fue demolido y pasado al archivo fotográfico de “te acuerdas...”
Seguro que no es posible conservarlo todo. Hay que saber discriminar. Hay que saber distinguir entre el trigo y la paja. Alguien decidió que el emblemático edificio de Alfa era paja.
EIBAR, revista popular. Núm. 82. 2008ko martxoa.
Edificios de Alfa (1951) y BH (1957). Archivo Municipal de Eibar.
Movimiento Moderno
Corriente arquitectónica aparecida en las primeras décadas del siglo XX, que marca una ruptura radical con las formas compositivas tradicionales. Se caracteriza por sus plantas y secciones ortogonales, la ausencia de decoración en las fachadas, y los grandes ventanales horizontales divididos por perfiles de acero. Por extensión se conoce como movimiento moderno a todas las artes que aparecen después de las vanguardias históricas y hasta los años 90 del siglo XX.
La arquitectura racionalista del movimiento moderno se caracteriza por la desornamentación decorativa, la sinceridad de los materiales y los volúmenes de geometría perfecta, cubos y prismas cuadrangulares. La forma es consecuencia de la función. El racionalismo colabora con las nuevas tecnologías y se sirve de ellas, de la industria, y ayuda a optimizar el precio del suelo en los países capitalistas…