Aitzol Iturriagagoitia, un eibarrés contento
En los últimos conciertos ofrecidos por la Orquesta Sinfónica de Euskadi está actuando de concertino Aitzol Iturriagagoitia. El concertino es --para quien no lo sepa—el músico de mayor jerarquía después del director. Es el líder de los violinistas y de todos los instrumentos de cuerda en general. Es el que fija la técnica de ejecución, marca las pautas de afinación y, desde primera fila de la orquesta, colabora con el director para lograr una mayor compenetración. Cumple también con la función de solista, si el programa así lo exige.
Aitzor Iturriagagoitia es eibarrés. Hijo de Javier Iturriagagoitia, ex profesor de la Escuela de Armería, el destino hizo que, con apenas dos años y medio, Aitzol llegara con sus padres en caravana a Salzburgo, en vacaciones de 1978. Llevado por la afición musical de la familia, tuvo ocasión de asistir a un primer concierto. Recuerda aún dos cosas: que su madre le dijo: Geldi eta ixil-ixilik. Y que, a su vuelta a Eibar, no paró ni calló hasta que sus padres le compraron un violín. Un violín demasiado grande para él, que lo utilizaba como juguete y al que, en alguna ocasión, hasta llegó a cortarle las cuerdas con tijeras. En todo caso, afición musical no faltaba en casa, no en vano el abuelo materno, Segundo Bueno, había tocado el bombardino en la Banda de Música, antes de la guerra del 36.
Sin embargo, a excepción de Juanito Etxaniz “el violinista”, habitual en bodas y funerales, no era fácil por aquellas fechas encontrar a nadie en Eibar que tocara el violín, y menos que se ofreciera para dar clases a un niño. La suerte musical cambió cuando la familia trasladó su residencia a Getxo y, con apenas 12 años, Aitzol comenzó una formación sistematizada: primero en el Conservatorio de Bilbao, para continuar, seis años más tarde, en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid y, en 1995, dar el gran salto a Leipzig y Stuttgart.
En los últimos 17 años, la carrera profesional de Aitzol se ha desarrollado en Alemania. Ha sido galardonado en varios concursos de violón, ha actuado como solista con media docena de orquestas sinfónicas. Como músico de cámara, ha sido fundador y primer violón de los cuartetos Iturriaga y Arriaga. Ha sido invitado a las salas y festivales más importantes de Europa, ha participado en ensambles internacionales y posee una gran experiencia en música contemporánea.
Profesor de Musikene (Centro Superior de Música del País Vasco), ha impartido masterclases en centros de Europa y Latinoamérica como maestro especial de violín y música de cámara, y, actualmente, se encuentra entre nosotros como concertino invitado por la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Se casó en 2005 con una ciudadana alemana a quien conoció, estudiando también música, tan pronto como llegó a Leipzig en 1995. Tiene dos hijas, de uno y cuatro años, “muy guapas, como su madre”.