Rialto zinema itxi bihar dabe
Holaxe diño uezabak gaurko egunkarixan, Rialto zinemia itxi egingo dala Gabonak aurretik.
Eibar iraultzaile izan zan XX. mende hasieran; herri bizixa, azkarra, aurreratua... Kultura mailan be holaxen izan zan,e ta beste herri gehixenetan zinerik ez zeguan sasoi haretan, Eibarren 3-4 zine zabaldu ziran gerra aurretik:
- Salon Teatrua, Calbeton kalian, dotoriena; 1954 inguruan jausi egin zan.
- Salon Cruceta, Estaziño kalian. Ziniaz gaiñera, saloia zan, billarrak, tabernia, musikia eta abarrak. Oindiok be, egituria bera hantxe dago, garaje bihurtuta.
- Untzagako Pabelloia, Pabellón Alfonso XIII, gaur egungo Guridineko arkupietan. Pospolo-kajia esaten zetsen, kanpotik zekan itxuriagaittik, eta halaxe desagertu zan, posporo-kajia letxe, suak hartuta, 1927 inguruan.
- Kiputxaneko frontoian be pelikulak emoten zittuen, Isasixan. Izatez tabernia zan, baina frontoia zekan eta pelikulak emoten zittuen, gehixenbat udan.
Eibarko Untzaga plazia 1920 inguruan, eta erdiko eraikin baju luzezkia, pospolo-kajia, Pabelloia.
XXI. mendera indar gitxiagokin heldu gara eibartarrok, eta horren lekuko Eibarko ziniekin gertau dana. Azkenengo 15-20 urtiotan Amaya, Coliseo eta Capitol itxi dittue. Carmelitetako domeketako zinema txikixa be desagertu zan. Eta laster Rialtua be itxiko dabe.
Panorama kaskarra.
Correotik hartuta:
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080218/guipuzcoa/incendio-destruia-visperas-juan-20080218.html
De un tiempo a esta parte no faltan referencias a los cines desaparecidos en Eibar durante las últimas dos décadas, aunque seguramente muchos desconocen que a lo largo de la historia de la localidad armera hubo otras salas cinematográficas que también marcaron una época y que desaparecieron, en algún caso, de manera accidental. Fue lo que sucedió el 18 de junio de 1929 con el denominado Pabellón de Alfonso XIII de Manuel Cortaberría, conocido popularmente como Pabelloia, que desapareció devorado por las llamas.
Se encontraba situado en el solar donde antiguamente se ubicaba el bar
Gautxori
y consistía en un pabelllón a base de ladrillo y madera, también conocido comoPoxpolo Kaia
. Tenía amplias puertas como entrada principal y un pequeño escenario que daba a la calle Dos de Mayo, ahora Toribio Etxebarria.Los asientos de la general empezaban al pie del mismo escenario y eran unos bancos corridos, pero lo que más llamaba la atención era el aparato mecánico-musical, a base de una cinta de papel en zig-zag y con figuras móviles de bombo, caja y platillos. El cine era mudo por entonces y Pabelloía tenía un
explicador
, en ocasiones eclipsado por el griterío de los asistentes. Su nombre era Nicanor de la Fuente, viajante más adelante de la casa Víctor Sarasqueta. El proyector, por su parte, se apellidaba Retana, ebanista de profesión, en tanto que Juan Lanas era el taquillero.El precio de la entrada eran diez céntimos, o lo que era lo mismo, una perra gorda, cantidad considerada excesiva, puesto que con ella se podía comprar hasta una brazada de castañas, y por poco más un litro de leche.
A menudo se recreaban funciones con la participación de bailarinas o canzonetistas y amenizadas por el pianista
Txaleko
, de Ermua. «Eran funciones para mayores y los sábados más de uno iba tal y como había salido del taller, sin siquiera asearse», se explicaba en el número 124 de la revista Eibar, y lo recordaba Aterru ya en 1972 en las páginas de El Correo. El último sábado antes de San Juan, cuando caía la tarde, un incendio lo devastó.