"La reconciliación y los grupos más próximos a ETA"
Alderantziz, hainbati entzunez gero, badirudi lehen arrazoia zutela, orain ere bai, eta aldatu direnak “besteak” direla. Zentzu honetan ezin aproposagoa deritzat Juan Mari Uriartek bere azken liburuan (“La Reconciliación”, 2013) giro horretako militanteen gainean dioenari.
La reconciliación y los grupos más próximos a ETA
Hay grupos y asociaciones que han tenido alguna vinculación manifiesta o encubierta con ETA. En unos casos han colaborado directa o indirectamente con ella. En otros, han jaleado su nombre ensalzándolo. No han sido, el menos en público, instancia crítica a ETA. En alguna fase (sobre todo en aquella que denominaron “socialización del sufrimiento”) produjeron pavor grandiosas manifestaciones al grito de “ETA mátalos”.
Este grupo de ciudadanos ha vivido durante mucho tiempo estrechamente pendiente de las directrices de ETA, que toleraba pocas disensiones. La relación de estos grupos con su entorno exterior próximo o distante ha estado presidida por la prepotencia allí donde se sentían mayoría y por la insumisión allí donde eran minoría. En el clima interno de estos grupos prevalecía una disciplina vivida a base de consignas, a las que la gran mayoría obedecía acríticamente.
El déficit de contacto real con grupos y ambientes diferentes al suyo ha favorecido un pensamiento endogámico que no recibía la riqueza del contraste con otras maneras de pensar. La “conciencia mesiánica” que se alimentaba en ello favorecía la gestación de dóciles ejecutores, mucho más que la creación de personas capaces de crítica y debate. El exceso de utopía que se sembraba en ellos les hacía propensos a alimentar mitos irrealizables (“vencer al Estado”, “construir en Europa un Estado socialista de corte marxista”, etc.).
Costará un tiempo transformar esta manera de relación en un convivir, converger y colaborar requeridos por la cultura de la paz y reclamados por la reconciliación.