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De reyes, repúblicas y otras historias menos públicas

Amatiño 2014/06/27 12:00
El mismo informativo de ETB que recogía imágenes de las manifestaciones callejeras contrarias a la monarquía tras la abdicación de Juan Carlos de Borbón, ofrecía minutos más tarde el mapa de Francia con la nueva distribución regional que, hacia 2020, puede traer consigo la pérdida del Consejo General del Departamento de Pirineos Atlánticos, que engloba a los tres territorios vascos de allende el Bidasoa.
De reyes, repúblicas y otras historias menos públicas

Untzaga, 1931.04.14

La prensa del día siguiente ofreció igualmente profusa información de las protestas generadas y las radios no parecieron tener durante días otro tema de discusión que la continuidad de la monarquía. Sin embargo, apenas dos líneas para el cambio del mapa interno de Francia y un tibio RIP a la posible desaparición de la instancia más cercana al territorio vasco de la república francesa.

No dudo del interés suscitado sobre si el sistema republicano es más propio que el de la monarquía parlamentaria pero, cuando menos, sorprende la nula alusión a la inveterada capacidad de la República por antonomasia de cargarse sin miramientos la administración más cercana y, lejos de bajar al nivel del ciudadano y atender la propuesta de creación de un departamento vasco con sede en Baiona, decide alejarse aún más trasladando el centro de decisiones (los presupuestos de euskera, por ejemplo) a Burdeos, en nombre, por supuesto, de la libertad, la igualdad y la fraternidad republicanas.

Es probable que la monarquía no sea el sistema más moderno y con mayor futuro, pero no parece que a los ciudadanos vascos del otro lado del Bidasoa les haya ido mejor con la (supuesta) ejemplar república francesa que a los pobrecitos súbditos de la (también supuesta) casposa monarquía española.

Si yo fuera americano nunca se me ocurriría reivindicar realeza alguna, pero con la misma sinceridad confieso que si fuera danés, noruego o sueco no me plantearía la eliminación de la secular institución monárquica. Por otra parte, no parece que la monarquía parlamentaria en vigor en Gran Bretaña o Bélgica suponga ningún impedimento para las reivindicaciones nacionales de Escocia y Flandes. Es más, si yo fuera ciudadano de un hipotético Euskadi independiente no propondría la recuperación de los Reyes de Navarra y, si fuera ciudadano español del territorio común, seguro que tampoco perdería el tiempo escribiendo de estas cosas. El problema es que, me guste o no, ni soy americano, ni escandinavo, ni vasco independiente, ni ciudadano español del territorio común, sino vasco y ciudadano del Estado español, y, desde esta condición, me parece democrático, legítimo y procedente reivindicar la figura de un Jefe de Estado lo más neutral posible y sin afiliación política alguna, aunque ello requiera que sea de sangre azul.

La historia sabida cuenta que el 14 de abril de 1931, muchos cientos de eibarreses (no 10.000) se concentraron en la plaza de Untzaga para proclamar la República española. Lo que la historia pública no dice es que, entre aquellos eibarreses que se acercaron a Untzaga para enarbolar la bandera republicana, iba también un concejal electo de EAJ-PNV, Joaquín Elorza para más señas, que con la mayor ingenuidad del mundo se echó la ikurriña al hombro y se asomó a la plaza para celebrar libre, igualitaria y fraternalmente la República española que se pretendía de todos y para todos.

Contaban los viejos del lugar (Larreategis, Sarasuas y otros… ) que el bueno de Joaquín no pudo llegar a Untzaga. A la altura del bar Buenos Aires se encontró con un republicano que le dijo: “Hi, ikurrin horreaz… etxera!” Y el sorprendido Joaquín cogió la ikurriña y se tuvo que volver a casa. No hubo lugar para él en el gran hito histórico de la proclamación de la República española en Eibar.

Lo que está en discusión no es una cuestión teórica sobre si república o monarquía. Lo que en la práctica se debate es si república española o monarquía española, y yo, como ciudadano vasco, no tengo duda.

EIBAR aldizkaria. Herriaren arima. 2014ko ekainean.

jaime
jaime dio:
2014/06/29 17:45
Argitasun handiz azaldu diguzu nola sufritzen ari diren, errepublikaren aldetik, gure Iparraldeko anaiak, eta azalpen honi, zure baimenaz, zera hori erantsi nahi nioke:
1794n, garai haietako frantses errepublika gazteak herbesteratu zituen Itsasu, Azkaine eta Sara herrietako biztanleak Frantziako beste herri batzuetara beren izate eta fedeari uko ez egitearren. Ezaguna da, Sarako neskato baten fusilamendua Bidasoako Berara joateagatik jaunartzearen bila. Askatasuna, Berdintasuna eta Anaitasuna aldarrikatzen zituen (eta dituen) Frantziako errepublikak Iparraldeko herrien izenak frantsestea behartu zuen euskal izenak ezabatuz. To eta no!!
Argi eta garbi dut, errepublika ala monarkia esleitzeko erreferenduma egiten baldin bada, gure alboko Herriaren arazoa izango dela. Errepublika onartzekotan euskalduna izan beharko luke.
Hala eta guztiz ere, ezin diezaiekegu egin paso Españan gertatzen direnei, zeren eta, gustatu edo ez, sekulako eragina baitute gurean.
Beraz egoera analizatuz: alde batetik errepublika espainola dugu, 1936n Estatutua onartu ziguna euskaldunen aliantza interesatzen zitzaiolako; bestetik, monarkia espainola, zeinarekin mendetan zehar itun eta harreman handiak izan baikenituen gure foruen defentsaren ibilbide neketsu eta gatazkatsuan.
Beraz, zer egin????
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