La corona de Aragorn
“El señor de los anillos”, John Ronald Reuer Tolkien.
XX mendeko “kaballerixa liburua”. Ezagun dok idazkia medievalistia zana ogibidez, eta urte asko emon zittuala unibertso paralelo hori sortzen. Genealogiak, aintziñako erresumen historixak... Emoten jok berak unibertsuori sortu sortu zebala, baiña gero guri zatitxo bat kontatu zeskuala bakarrik. Hainbestetan aittatzen deskuz historixa marjinalak, gero desarrollau barik geratzen dirazenak. 1950 hamarkadako liburu hau irakortzian hobeto ulertzen jittuadaz aittan tallarreko armarixo hartan egoten ziran mundu galduen komikixak, aro ezezagun baten (¿iragana? ¿etorkizuna?) izaki eta gizon basatixen historixak. ¿Zenbat halakuen inspiraziñua izan zan liburu hau?
Laburmetrai satiriko batendako materixala be, barra barra.
La luz mortecina del día dejó paso a la oscuridad más absoluta en el fétido aire de Ñordor, más fétido esta noche si cabe. ¿Por qué? La luna del tercer día creciente iluminaba una siniestra figura sentada en lo más alto de la fortaleza de Bârad-Dur. ¿Qué se trae entre manos? Sauron se revolvía en su asiento, y apretaba los dientes de rabia; el Gran Ojo del Culo no cedía.
Aragorn se encontraba en lo alto del sitial de Argonath. Trasegaba profusamente el licor de estrellas que le diera la Dama Arwen, cuando oyó un atronador sonido que provenía del siniestro valle de Gorgoroth:.
- ¡Hip! Ya está el jodío Sauron otra vez estreñido. ¡Ahí se le atranquen todos los huesos de orco viejo que se habrá metido entre pecho y espalda! ¡Jie, jie!
Y miró al este al tiempo que trincaba otro trago de la bota élfica. De repente, la vista se le nubló.
- ¡Caguen la pichorrica! ¡Creo que ya me se ha vuelto a ir la mano con la bota!
Pero en seguida, las nubes conformaron una visión y pudo oír claramente la voz del viejo Bilbo que le decía:
- “¡Ahí va la hostia! ¿Todo lleno de orcos alrededor y tu dándole otra vez al frasco de Galadriel?¡Ene, la amatxu de Begoña, ahora entiendo por qué te llaman Trancas! Despierta a esos desgarramantas y sal cagando leches...”.
Tomando consciencia repentina de los ataques orcos que siempre sucedían a los problemas evacuatorios de Sauron, Aragorn corrió a despertar a sus compañeros:
- ¡Gimli! ¡Gimli! Pero... ¿qué haces con.. ¡¡Legolas!! ¡So guarro!
- ¡Aragorn! Esto... Llevamos tanto tiempo fuera de casa y no obstante juntos, y... Como dijo el viejo Dáin de Moria, “cuando las ganas aprietan, ni los culos de los elfos se respetan”.
- ¡Basta de cháchara! ¡¡Pippin!! ¡¡Merry!! Traed un cubo de agua fría y despegad a estos que nos pisan los talones.
Mientras los jóvenes hobbits cumplían la ingrata tarea Aragorn blandió el cuerno, dispuesto a pedir la ayuda desesperada que los caballeros de Rohan pudieran darles. Pero mientras se disponía a soplar vio a los orcos que ya subían por los riscos y, no obstante, la luna iluminaba tan bellamente las riberas del Río Grande... Dejando el cuerno a un lado, puso los brazos en jarras y decidió enfrentarles con la casta y señorío de su tierra del Norte. Sonrió de soslayo, moduló su voz y desafió a las hordas que se acercaban con uno de los peculiares sones del Reino Perdido, la Corona de Aragorn:
Arrecogiendo la lanza,
orco, se te ha visto el culo;
no sé si lo tienes negro
o lo tienes muy peludoooo...
Antes de que los ecos de la potente jota montaraz hubieran muerto en los valles de Edoras, los orcos rugieron heridos en lo más profundo de su ser, redoblando el ataqueeeerl....
Eta tira, honekin amaittu biharko juat. Hobe dot ez hastia Boromirrekin, ia zetako nahi ete zeban benetan eraztuna, bere erekziño-arazuak kontuan hartuta...
Nere lagun aragoar maittagarri guztiei eskindua.